Una nueva e irracional teoría acerca de la homosexualidad ha llegado a las noticias. José Benítez, alcalde Humarey, una población de Perú, asegura que beber agua de la canilla puede modificar las preferencias sexuales de los habitantes.
¿Por qué el político afirma tal cosa? Resulta que el agua potable de Humarey baja desde el vecino pueblo de Tabalosos, donde se reporta que unos 14.000 gays habitaron el lugar.
De acuerdo a Benítez, el strontium, un mineral que se encuentra en el agua del lugar, es responsable de la reducción de hormonas masculinas en los hombres y teme que en su pueblo pase lo mismo que en Tabalosos.
Expertos en el tema, sin embargo aclaran que la teoría de Benítez es infundada y poco tiene de científica. Robert Castro Rodriguez, decano de la facultad de Farmacología y Química de Lima, informó que la homosexualidad no es de ninguna manera consecuencia del consumo de agua de la canilla, aunque contenga grandes cantidades de strontium: "Tal vez produzca cáncer, pero definitivamente no hace a la gente gay", concluye Castro Rodriguez.
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