(* Opinóloga)En las vacaciones los que tienen espíritu aventurero, y quieren reencontrarse consigo mismo, eligen la naturaleza en lugar de las playas; para ellos una pequeña reflexión.
Si te olvidas el repelente muchos utilizan métodos curiosos para espantar los mosquitos, aunque puede ser arriesgado; algunos recomiendan hacer un poco de humo, eso si que no se te vaya la mano, una vez incendiamos un camping por descuido, eso sí los mosquitos no molestaron más.
Recuerdo que siempre había alguien en el grupo que llevaba una guitarra, generalmente desafinada, y en el peor de los casos con una cuerda menos. Y de más esta decir que no sabía tocar, pero igual despertaba la admiración del grupo, quizás alentados por la ingesta de alcohol.
En todo camping están los bochincheros, esos que tiene la radio a todo volumen todo el día, uno busca paz y tranquilidad, pero con estos no podes pegar un ojo toda la siesta. Encima los temas que escuchan son sólo cumbia o reggaeton, si la menos escucharan a Julio Iglesias o Sandro todavía, ahí me pongo a bailar con mi esposo.
Siempre hay alguien que lleva de todo, es la farmacia del campamento, si te cortás tiene curitas, agua oxigenada, hilo de sutura y un mini equipo de quirúrgico. Así como este, están los que se olvidan todo y andan pidiendo prestado el cepillo de dientes.
Los más potentados para veranear utilizan Motor Home, mientras otros se tienen que arreglar con carpas con capacidad para cuatro personas y entran ocho. En una oportunidad vi en una carpa para cuatro entran dieciséis; eso sí todos terminaron con la columna a la miseria.
Estas son pequeñas anécdotas, me imagino que ustedes tendrán muchos más. Hasta la semana que viene. Los quiero mucho.
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