Una mujer alemana de 48 años acabó llamando desesperada a los servicios de emergencia para que la rescataran... de un amigo que fue a visitarla y estuvo hablando sin parar durante 30 horas.
El amigo se puso a explicarle sus problemas personales y la ingesta de alcohol hizo que su estado de ebriedad aumentara progresivamentes, pero eso no le impedía seguir hablando. Sin saber ya qué hacer, la anfitriona a la fuerza llamó al número de emergencias.
"Tras unas increíbles 30 horas de charla y varios intentos fallidos de que la visita se fuera, el pasado sábado, a la mujer no se le ocurrió nada más que llamar a una ambulancia", relató el portavoz policial.
Sin embargo, los servicios sanitarios se negaron a llevarse al amigo, por lo que la sufrida mujer telefoneó a la policía. Los agentes se llevaron al pesado amigo y lo dejaron en su domicilio.
Periodistas de Inforía recopilaron excusas para echar a los invitados pesados:
- Levantar las sillas y empezar a barrer el lugar dónde se desarrolla la reunión.
- si terminó de sonar el último track del CD no volver a poner música.
- Bostezar de forma incesante y estirar los brazos en señal de cansancio.
- Decir en voz alta a los niños: "Chicos es hora de DORMIRRRR!!!"
- Expresar la fatiga producto de una larga jornada de trabajo: "No sabés lo cansado que estoy.... laburé como un burro..."
- Mirar la hora y manifestar: "uhhh, encima mañana me tengo que levantar temprano"
- Apagar las luces paulatinamente.
- Decir en voz alta: "cuando agarre la cama, me desplomo"
- Si alguien ofrece ir a comprar más bebida, negarse rotundamente: "Nooo, no hay kiosko abierto en 10 km"
- No sacar temas de conversación, y ante cada nueva pegunta expresar únicamente "ahhh..."
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