* Opinóloga
El mes de septiembre es el mes que más me gusta recuerdo quesiempre había algún ansiosa que abría su Taper en el colectivo e inundaba con aroma a milanesa todo el lugar, olor que se impregnaba hasta en la ropa!!!Nunca falta alguno que deja los sándwiches en el sol provocando la deshidratación de la lechuga y fermentación de la mayonesa, de todas formas tipo cuatro le pica el bagre y ese alimento se transforma en una delicia.Recuerdo a Luisito, el nunca llevaba nada, pero comía más que todos, porque iba de grupo en grupo, manoteando lo que podía, pero su debilidad era el picadillo con galletitas, un clásico.Y por supuesto con la primavera, florece el amor. En esta estación, justamente en el día de los estudiantes, me conocí con el Roque, mi marido, éramos compañeros de curso, estábamos jugando al truco, el ligaba el ancho de basto a cada rato, me guiñaba el ojo, y me enamoré de sus ojo negros, creo que me engualichó. Hay un sonido que no puedo sacarme de la cabeza cada vez que se acerca esta fecha, y es el de la guitarra de Pedrito, una criolla que siempre estaba desafinada, sumado a lo mal que cantaba, y que se olvidaba la letra, formaba una mezcla explosiva para los oídos. Pero bueno, siempre se le pedía “tocá algo que sepamos todos”, y cumplía.Pero es la mejor estación y este año estoy dispuesta a disfrutarla como lo hice en mis años de juventud. Hasta la semana que viene, los quiero mucho.
El mes de septiembre es el mes que más me gusta recuerdo quesiempre había algún ansiosa que abría su Taper en el colectivo e inundaba con aroma a milanesa todo el lugar, olor que se impregnaba hasta en la ropa!!!Nunca falta alguno que deja los sándwiches en el sol provocando la deshidratación de la lechuga y fermentación de la mayonesa, de todas formas tipo cuatro le pica el bagre y ese alimento se transforma en una delicia.Recuerdo a Luisito, el nunca llevaba nada, pero comía más que todos, porque iba de grupo en grupo, manoteando lo que podía, pero su debilidad era el picadillo con galletitas, un clásico.Y por supuesto con la primavera, florece el amor. En esta estación, justamente en el día de los estudiantes, me conocí con el Roque, mi marido, éramos compañeros de curso, estábamos jugando al truco, el ligaba el ancho de basto a cada rato, me guiñaba el ojo, y me enamoré de sus ojo negros, creo que me engualichó. Hay un sonido que no puedo sacarme de la cabeza cada vez que se acerca esta fecha, y es el de la guitarra de Pedrito, una criolla que siempre estaba desafinada, sumado a lo mal que cantaba, y que se olvidaba la letra, formaba una mezcla explosiva para los oídos. Pero bueno, siempre se le pedía “tocá algo que sepamos todos”, y cumplía.Pero es la mejor estación y este año estoy dispuesta a disfrutarla como lo hice en mis años de juventud. Hasta la semana que viene, los quiero mucho.
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