Una serie de encuestas de Playboy muestra
que el sexo en una playa de noche, o en una piscina de día y la lencería
roja y ajustada figuran en el top ten de los deseos de los argentinos.
Pero
para muchos, no alcanza. Hacer el amor es insuficiente; es “apenas”
hacerlo. Es poco. Por eso hay que incorporar variantes, agregar juegos,
ropa, disfraces para que hacerlo con uno (que muchas veces es siempre el
mismo o la misma) sea hacerlo con muchos y la mente se excite como la
primera vez. Por eso hay fantasías y ránkings para todos los gustos. Una
encuesta on line realizada por playboytvla.com, entre sus espectadores,
mostró que entre los deseos más frecuentes están cabeza a cabeza amar
en una playa de noche (39%) y en una pileta de día (38%); en tercer
lugar, el baño de un avión (21%).
También la escenografía cuenta
para mover los ratones e incentivar libidos. El 42% de quienes
respondieron pusieron el ascensor como lugar deseado para intimar;
seguido del cine (24%), el auto (19%) y atados (13%). Salvo en el último
caso, siempre está al acecho la posibilidad de ser encontrado en plena
faena.
La posición también cuenta: el perrito, con más del 55%,
le gana al clásico y elemental misionero. Quizás por eso, la escena de
Patricia Sarán en el ascensor aún hoy es recordada como un hito (ver
recuadro). Y todos mencionan su lencería preferida.
Estereotipos.
Junto con el crecimiento económico de los últimos años, se diversificó
la oferta de productos sexuales y filosexuales. Edgardo Pugliese,
encargado de la marca erótica Mordisco, señaló que “el mercado de
lencería creció en los últimos años, sobre todo luego de popularizado el
baile del caño en el programa de Tinelli”. También contribuyó la
popularidad de strippers y los lugares tipo Golden, según añadió. “Los
hombres se animan más a comprar para regalar a sus esposas y para usar
ellos; tangas con velcro y animarse a hacer un show privado y jugar”,
dijo.
En Mordisco tienen un ranking en función del nivel de ventas y los pedidos. El orden es el siguiente:
1- disfraz de colegiala;
2- cualquier interior con encaje;
3- disfraz de secretaria;
4- disfraz de conejita;
5- disfraz de monja:
6- disfraz de policía.
“No hace falta que sea burda, puede ser lencería erótica delicada que busca insinuar y tentar un poco”, asegura Pugliese.
Análisis.
Para el sexólogo Walter Ghedin, “los resultados de las encuestas ponen
en evidencia que el mundo erótico masculino es bastante previsible, por
lo menos en apariencia, y además refuerza la idea de que los medios de
comunicación insisten en fomentar las mismas fantasías y conductas:
imagen de mujer rubia, americana, sexy y bien dispuesta; con ropa
interior pequeña, para una noche de pasión, en una playa o en una
piscina ; en pose de perrito y además, el uso de fetiches como lencería
erótica u otras opciones como juguetes o disfraces, etc”. En síntesis:
el imaginario erótico del hombre parece no haber sufrido variaciones a
lo largo del tiempo.
Coincide la experta Marta Cerutti: “Son
fantasías clásicas y la mayoría son referidas a varones. Pero por
suerte, las mujeres no sólo tienen fantasías sexuales sino que también
las llevan adelante”.
El recuerdo de ese ascensor
Posiblemente,
haya sido la publicidad de un jean, pero nadie recuerda la marca. Sí
quedó en cierta memoria colectiva la imagen de una mujer (Patricia
Sarán) que se cambiaba en un viaje en ascensor, sugestiva toma trasera
incluida.
Justamente, los ascensores fueron indicados por la encuesta
del sitio web de Playboy como uno de los lugares en los que interesaría
hacer el amor.
También hubo espacio para otros medios de
transporte como el automóvil (un clásico) o los aviones, con el 22%. Lo
interesante es rescatar que no siempre las fantasías quedan en eso, en
ideas e intenciones que no se cumplen. De hecho, desde hace un par de
semanas hay un litigio entre la empresa aérea Lan y sus empleados en
Buenos Aires a raíz de la decisión de dejar afuera de la empresa a una
azafata que contó al aire (en el programa de Matías Martin) que era
común hacer el amor en pleno vuelo. Eso sí, no con pasajeros (“eso no es
tan común”, dijo) sino con compañeros de trabajo. Al día siguiente,
recibió el telegrama de despido. Pero la posterior movilización en
reclamo de sus compañeros por el centro porteño dejó las cosas en un
compás de espera y aún hay posiblidades de que sea reincorporada.
Fuente: Diario Perfil
No hay comentarios.:
Publicar un comentario