23 marzo 2011

Conocé las multas más insólitas del mundo

A las minifaldas, a besarse, a comer un bocadillo en la calle, a besarse en un público o hasta a soltar un “gas” en la calle. Conocé los lugares y multas más insólitas del mundo.

Multa por ir a más de 110 km/h. A menos velocidad, más ahorro, según el gobierno: la factura del petróleo se aliviará para España, que compra el 75 por ciento de su energía. La sanción es la misma que al incumplir el anterior límite de velocidad de 120 km/h: $130.

Multa por quedarse quieto. La ordenanza de Tráfico de Avilés informa que está "prohibido pararse a saludar a conocidos en mitad de la calle". La medida parece dirigida a esas "señoras que se paran en medio de la calle para hablar con otras de todo" –el nombre de un famoso grupo de Facebook-, y que te hacen tropezar. Multa: $128.

Multa por comer un bocadillo. En Roma o Florencia, Italia, está prohibido degustarlos en las calles. Y tampoco en las playa de localidades chic, como Capri y Positano, El riesgo es una sanción de hasta $709.

Multa por anunciar la venta del coche. Para evitar que particulares se lucren de la compraventa de coches sin la licencia pertinente, muchos ayuntamientos en España prohíben en los vehículos los carteles de "se vende" (ahora sustituidos por "¿lo quieres?"). En Alicante, la sanción es de las más elevadas: más de $4,200.

Multa por no hablar bien inglés. En Estados Unidos, una ley obliga a los conductores con licencia comercial a hablar un inglés suficiente para comunicarse con la policía. En Alabama, un camionero mexicano no pasó la prueba en el 2008 y tuvo que pagar $500.

Multa por llevar minifalda. En nombre de la "decencia", en la localidad italiana de Castellammare se prohíbe pasear con "ropas sucintas, minifaldas o vestidos escotados". La sanción es $700.

Multa por (no) tirar de la cadena. En la tranquila Suiza, es ilegal hacerlo después de las 10 PM, y en la limpísima Singapur si te olvidas de hacerlo en cualquier aseo público, puede costarte $100.

Multa por desafinar con el himno. Los ciudadanos filipinos que canten de forma inapropiada el himno se arriesgan a dos años de cárcel y multas de hasta $2,200.

Multa por dar de comer a las palomas. Por lo tóxicas que son las heces fecales de estas aves para los edificios, hacer migas con las palomas se castiga en ciudades como Venecia con una multa de $700.

Multa por reencarnar. Los monjes budistas necesitan permiso del Gobierno chino para esto. El Dalai Lama, considerado la reencarnación del Buda Avalokitesvara, prepara su retirada como líder político del Tíbet y exige reencarnarse en un país libre, con votaciones democráticas para elegir a su sucesor; lo que el gobierno quiere hacer a dedo.

Multa por hacer castillos de arena. Ocurre en localidades de Italia como Eraclea, donde la ley sanciona además la recogida de conchas con $700.

Multa por tirarse gases. "Debido al multipartidismo y a la libertad, la gente se permite el derecho de soltarse en cualquier lugar". Así justificaba el gobierno de Malaui la ley anunciada el pasado febrero que prevé multas para sujetar a los ciudadanos. En Austria, un joven soltó un gas de este tipo junto a un policía y, al considerarlo una falta de respeto a la autoridad, se le sancionó con $70.

Multa por masturbarse al volante. La sanción quedó clara en España el año pasado, cuando trascendió la multa que le pusieron a un conductor en Valencia por no percatarse de que la policía le había dado el alto. No es lo mismo, pero la sanción es similar a la de ir distraído hablando por el móvil: 3 puntos en la licencia y $200.

Multa por besarse en público. Por infringir las normas morales de Dubai, una pareja británica fue condenada el año pasado a pasar un mes de cárcel y pagar $320.

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