China es un país conocido por su legendario negocio de fabricación de réplicas.
Millones de marcas de todo el mundo han visto cómo se fabrican réplicas baratas de sus productos y aparecieron de la nada marcas como Mike, Abidas e iFone.
Casi todos los fabricantes del mundo tienen una planta en China, y más importante aún, muchos de sus productos se están vendiendo allí mismo.
Una vez que el gigante asiático le tomara el gusto a sus productos, comenzara a hacer dinero y encontrara dónde gastarlo, se suponía que sus habitantes se iban a olvidar de las réplicas baratas. Bueno, la cuestión es que sorprendentemente, los chinos ahora le tomaron el gusto a las réplicas caras. Un primer ejemplo puede ser la aldea más costosa del país: Huaxi.
Pensalo como un refugio donde las billeteras y los bancos hacen el 90 por ciento del trabajo. Es natural ver que ninguno de los residentes de la villa tiene una propiedad de menos de 400 metros cuadrados y generalmente tiene más de un auto. Lo más raro es que se les ocurrió hacer edificios públicos y todo tipo de monumentos que son copias de otros que ya existen en otras partes del mundo.
Si planeás visitar el pueblo de Huaxi, vas a ver algunas de las construcciones más famosas del mundo. Un falso Capitolio, un falso Arco del Triunfo e incluso una réplica del famoso teatro australiano, el Sydney Opera House.
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